Aniversario
Las publicaciones más antiguas de la ACFIMAN
La Academia resguarda un valioso patrimonio documental desde su fundación hasta hoy, cuando celebra su 108.° cumpleaños
Sobre hojas de papel de 33 líneas, ya descoloridas por el paso del tiempo, se escribió a mano y en letra cursiva la primera acta de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN). Dicho documento dejó constancia de la sesión preparatoria del 5 de julio de 1933 durante la cual se designó la Junta de Directores para el período 1933-1935. Se llevó a cabo un miércoles, mismo día en que, 108 años más tarde, aún se siguen celebrando las reuniones ordinarias de la corporación.
Esa y todas las actas que se generaron entre julio de 1933 y febrero de 1953 se conservan empastadas en el Archivo de la ACFIMAN. Como se recordará, la Academia fue creada por decreto de ley el 19 de junio de 1917, pero no comenzó sus operaciones sino hasta 1933 cuando la Presidencia de los Estados Unidos de Venezuela designó a los primeros treinta Individuos de Número.
Órgano divulgativo
En el artículo 12 de la ley de creación se estableció que la ACFIMAN “tendrá como órgano suyo una Revista que se publicará una vez al mes por lo menos. Esta Revista se denominará ‘Boletín de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales’, y será dirigida por tres Académicos de Número, que se nombrarán cada año en sesión ordinaria”. Al año siguiente de instalarse formalmente la primera Junta de Directores, se publicó el Número I, Tomo I, Año I del Boletín, correspondiente al primer trimestre de 1934 y editado por Editorial Sur-América. La Comisión Editora estaba conformada por los doctores Alfredo Jahn, José Izquierdo y Miguel Parra León.
En la Nota Editorial de esa edición de 1934, la ACFIMAN explicó que dicha revista “publicará cualquier colaboración que constituya un aporte real hacia el logro de los objetivos que persigue, aunque emane de personas ajenas a la Academia. Al hacerlo quizás rompa con inveteradas normas que rigen otras publicaciones de índole similar a la suya, mas con ello cree llenar mejor su cometido, porque al facilitar al público el acceso a sus columnas lo hace copartícipe de sus actividades e indirectamente lo interesa en las de la Academia”.
Artículos y libros propios
Destaca en ese número del Boletín lo que parece ser el primer artículo científico de la corporación, titulado “Contribución al estudio de las mareas en las costas venezolanas”, cuyo autor fue el doctor Manuel Cipriano Pérez, uno de los treinta Individuos de Número fundadores. Se trata de una primera parte (la continuación fue publicada en el Volumen II, Número 1, Año 1935 del Boletín), compuesta por siete capítulos, en la que se afirma: “El marino que practica un sondeo necesita conocer en todo momento el estado de la marea para poder corregir sus sondas. El ingeniero que proyecta obras de puerto, el geógrafo que necesita determinar el nivel del mar, tienen que adquirir un conocimiento preciso de la magnitud de las mareas y también la hora de llegada de la máxima y de la mínima altura de las aguas”.
Ese mismo trabajo del doctor Cipriano Pérez fue posteriormente impreso como obra independiente, a cargo de la Editorial Sur-América (Parra León Hermanos Editores), “el día de San Juan de la Cruz de mil novecientos treinta y cuatro”, es decir, el 14 de diciembre.
Después de ese libro, la ACFIMAN publicó en 1966 Pitágoras, fundador de las ciencias matemáticas, escrito por el doctor Miguel Parra León. En una nota al lector, firmada por el doctor Alberto Olivares en calidad de bibliotecario, se informó que, por resolución de la Academia aprobada el 29 de septiembre de 1965, “se acordó establecer una nueva Sección de su Biblioteca, que estará integrada por una serie de libros de científicos venezolanos, cuya publicación se inicia con el presente volumen”.
Acervo bibliográfico
Entre las atribuciones de la Academia, la ley de creación incluyó “formar una Biblioteca en la cual figuren las mejores obras de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de autores nacionales y extranjeros” (artículo 4).
En la actualidad, la ACFIMAN resguarda su acervo bibliográfico en tres lugares distintos: el Archivo, ubicado en su sede principal (piso 1 del Palacio de las Academias); el Centro de Información Alberto Olivares, situado en el piso 2 del Palacio de las Academias; y la Biblioteca de Ciencia y Tecnología Jesús Muñoz Tébar, instalada en la planta baja de la Torre Sur del Centro Simón Bolívar, fuera del Palacio de las Academias. Las colecciones son el resultado de obras donadas por académicos, de colecciones particulares o del intercambio con instituciones públicas o privadas, tanto nacionales como extranjeras.
Biblioteca Jesús Muñoz Tébar
La Biblioteca de Ciencia y Tecnología Jesús Muñoz Tébar surgió en 1979 tras la firma de un convenio entre los representantes del Ejecutivo Nacional y la Academia. Su fin: agrupar en un solo espacio las colecciones de la ACFIMAN y las que pertenecían al recién eliminado Ministerio de Obras Públicas, fundado por el ingeniero Tébar en 1874.
Centro de Información Alberto Olivares
El Centro de Información Alberto Olivares fue creado en 2007 en honor a la labor del doctor Olivares como bibliotecario de la ACFIMAN, que desempeñó de manera casi ininterrumpida por más de treinta años. En este recinto, situado al lado de la sede de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (FUDECI), se conservan, entre otros documentos de interés histórico, los trabajos de ingreso como Miembro Correspondiente (Nacional y Extranjero), los trabajos de incorporación como Individuo de Número; los resúmenes de conferencias, seminarios, simposios y libros publicados, así como reconocimientos y fotografías.
Fuentes:
– Archivo de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (ACFIMAN).
– Centro de Información Alberto Olivares.