Foro con decanos de los CDCH

Universidades con pocos profesores y estudiantes insisten en sobrevivir

Insuficiencias presupuestarias, disminución de la planta profesoral, falta de inversión académica y merma de la matrícula estudiantil, vandalismo y efectos de la pandemia son algunos de los problemas que afectan a las carreras científicas en Venezuela y atentan contra la investigación, actividad insustituible en la educación científica de pre y postgrado.

Tal es el panorama que mostraron los decanos y equivalentes de las Facultades de Ciencias de seis universidades públicas venezolanas, quienes presentaron el estado actual de los pregrados y postgrados en ciencias en un foro organizado por la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (ACFIMAN), al que asistieron, de manera virtual, además de los ponentes, el presidente de la Academia, Ismardo Bonalde y demás académicos.

Disminución importante de la matrícula

Alexander Bueno, director de la División de Físicas y Matemáticas de la Universidad Simón Bolívar (USB), mostró cifras que dan cuenta de un decrecimiento en la matrícula de pregrado desde 2017 en las carreras de ciencias básicas: pasó de 1.022 estudiantes en 2017 a 345 en 2021.

En postgrado también se evidencia una disminución importante de la matrícula: de 291 estudiantes en 2015 pasó a 55 estudiantes en 2021, de los cuales 31 son estudiantes de doctorado.

Indicó que la USB tiene un retraso en el ingreso de dos cohortes producto de la pandemia, la 2021 y 2022; la cohorte 2020 comenzó clases este año en modalidad presencial.

Bueno destacó que la USB afronta problemas presupuestarios, falta de recursos para inversión académica, obsolescencia natural de equipos, merma en la planta profesoral producto de renuncias y jubilaciones, y deficiencias en los servicios de agua y electricidad que afectan directamente la actividad de los laboratorios de ciencias básicas.

Solo 30% de profesores a dedicación exclusiva

Ventura Echandía, decano de Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV), indicó que la matrícula en 2022 es de 869 estudiantes. En el primer trimestre de 2019 la matrícula fue de 1426 estudiantes y en el segundo semestre de 1313; en 2020 fue 844; y en 2021 de 1202 el primer semestre y 1073 el segundo semestre.

Destacó que la facultad hizo un esfuerzo importante para formar profesores en técnicas de educación a distancia y logró reanudar las actividades en línea desde finales de 2020. El actual semestre se está dictando bajo la modalidad mixta, con 70% de actividades presenciales.

En cuanto al comportamiento de la matrícula de postgrado, señaló que en 2019 la matrícula era de 281 estudiantes, en 2020, 221, en 2021, 63 y en 2022, 104.

La facultad contaba con una planta profesoral de 400 profesores en 2019, actualmente es de 350. Sin embargo, solo 30% de los profesores trabajan a dedicación exclusiva. “No son profesores con formación en investigación y esto afecta grandemente la producción de conocimiento y cantidad de artículos publicados”.

Con respecto a los egresados, en pregrado han egresado este año 55 profesionales, en 2021 egresaron 106 y en 2019 lo hicieron 118. En postgrado no hubo graduandos en 2020 ni en 2021, y en 2022 egresaron 35. “Lo normal antes de la pandemia era tener de 60 a 70 egresados de postgrado”.

Destacó que cuentan con nuevos laboratorios docentes de química y biología con el apoyo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Vandalismo, golpe duro a las ciencias

José Ramón López, coordinador académico del Núcleo de Sucre de la Universidad de Oriente (UDO), relató que desde 2015 este núcleo, donde funciona la Escuela de Ciencias, ha sufrido una gran crisis producto del vandalismo. “El edificio de Ciencias hay que demolerlo y construir uno nuevo”.

Igualmente, fueron afectados en su totalidad los espacios del Instituto Oceanográfico y del Instituto de Biomedicina y Ciencias Aplicadas.

Ante la destrucción del núcleo, la UDO ha buscado apoyo en instituciones privadas, así como en el Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá para las actividades de los laboratorios de química, biología, bioanálisis y enfermería. Asimismo, la Universidad Politécnica Territorial del Oeste de Sucre presta apoyo para los laboratorios de física y química.

“La investigación dentro del núcleo es muy deficiente. No hay espacio para laboratorios, no hay apoyo del Estado para recuperar instalaciones ni para brindar seguridad”.

Resaltó que la mayoría de los investigadores jóvenes con los que contaba la UDO en 2015-2016 ya no están. Puso como ejemplo el Departamento de Física que cuenta solo con 15 docentes, 6 doctores de los cuales solo 2 están haciendo investigación y tienen tesistas a su cargo.

No solo hay una disminución en la planta de profesores, también en la matrícula de la carrera de Física: en 2021 no ingresó ningún estudiante y en 2022 ingresaron solo 2. En postgrado ocurre otro tanto: en los últimos tres años no ha habido ningún ingreso a los programas de cuarto nivel de Física.

Repunte en los nuevos ingresos

José Marcano, decano de la Facultad Experimental de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Carabobo (UC), indicó que la matrícula en promedio solía ser de 1600 estudiantes. Sin embargo, ha venido disminuyendo y ahora se sitúa en 900 estudiantes.

Lo usual era contar con 250 estudiantes de nuevo ingreso, pero este semestre ese número se incrementó y habrá 470 nuevos estudiantes en todas las carreras, 50% de ellos en Computación. “Un repunte significativo. Es una sorpresa que nos llena de alegría”.

En cuanto al postgrado, la facultad cuenta con 31 estudiantes de doctorado, 12 de maestría y 10 de especialización.

Con respecto a los profesores, en 2008 la facultad tenía 130 profesores a dedicación exclusiva. Hoy son 60, muchos de ellos con más de 25 años de servicio.

Indicó que la producción de conocimiento se ve afectada por la disminución en el número de profesores a dedicación exclusiva. Sobre todo Química mantiene laboratorios de investigación y dos grupos activos con un importante apoyo del sector privado.

Los problemas de vandalismo no son extraños en la Facultad de Ciencias: el hurto de cableado ha afectado las actividades en Física, Química y Computación. “Una alianza con el sector privado permitió reponer la electricidad y siempre estamos tratando de obtener recursos propios porque sabemos que el presupuesto para funcionamiento es cero”.

LUZ sin electricidad                                       

José Ortega, decano de la Facultad Experimental de Ciencias de la Universidad del Zulia (LUZ), dijo que desde marzo de 2019 la facultad está sin electricidad por el robo masivo de cableado que afectó buena parte del campus universitario.

“Desde ese año hemos sido blanco continuo del hampa. El área donde funcionan los Departamentos de Física, Química y Matemática está totalmente vandalizada. Las pérdidas en equipos de laboratorio son cuantiosas. Aunque ha habido acercamiento con el Gobierno, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología, no se ha concretado ninguna acción para la recuperación”.

Después de la pandemia, destacó, la facultad ha retomado parcialmente la actividad académica. “La investigación como tal no existe, todos los laboratorios de investigación están parados. Solo está activo un grupo reducido de profesores que ha migrado a otros institutos, por ejemplo, IVIC Zulia”.

Sobre la matrícula de pregrado, indicó que ha disminuido 90% desde el período 2016-2017, cuando se dio la reforma curricular, hasta 2022. Las carreras más afectadas por esta disminución son Química y Biología.

En cuanto a los profesores en 2016 la facultad contaba con 400 docentes, y en 2022 ese número se redujo a 118 debido a jubilaciones, renuncias y permisos.

Seguiremos luchando por mantener la universidad abierta

Manuel Morocoima, exdecano de la Facultad de Ciencias y actual secretario académico de la Universidad de Los Andes (ULA), mostró un panorama similar al expuesto por sus colegas.

En 2015-2016 la facultad contaba con 240 profesores, hoy en día cuenta con 116 docentes, mientras que la matrícula estudiantil pasó de 1200 estudiantes, antes de la pandemia, a 400 estudiantes en 2020 y 550 en 2022.

La investigación está en crisis: el Centro de Estudios de Semiconductores está paralizado por falta de financiamiento, al igual que la planta de nitrógeno que daba suministro a los propios laboratorios de la ULA. Algunos laboratorios del Departamento de Biología siguen funcionando porque tiene proyectos conjuntos con el Gobierno.

Morocoima destacó que “a pesar del cerco del Gobierno nacional y los salarios de miseria, hemos podido mantener la universidad abierta y graduando estudiantes. En diciembre tendremos un acto académico con 1000 graduandos de toda la ULA. Seguiremos luchando”.

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