La ingesta insuficiente de frutas y hortalizas atenta contra la salud

Altos precios y desconocimiento del valor nutritivo inciden en que se ingiera menos de la mitad de la ración diaria indicada por la OMS para una dieta saludable

El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) reveló, con datos de 2019, que para ese año 2.3 millones  de venezolanos estaba en inseguridad alimentaria severa, mientras que a 7 millones los ubicaban con inseguridad alimentaria moderada, y a más de la mitad de la población que (17.4 millones) con seguridad alimentaria marginal. El PMA resaltó que la falta de una dieta diversificada es una preocupación importante, pues indica una ingesta nutricional inadecuada: el consumo de carne, pescado, huevo, frutas y hortalizas, está por debajo de los 3 días a la semana para cada uno de estos grupos de alimentos.

Uno de los rubros que maneja la OMS como componente irremplazable de una dieta saludable y nutritiva, para ayudar al crecimiento de los niños, prevenir enfermedades no transmisibles en el mundo, y combatir el hambre, son la frutas y hortalizas, para los cuales y sobre firme evidencia epidemiológica, recomienda, una ingesta diaria mínima de 400 gramos/persona/día.

Pero los venezolanos apenas, con suerte, llegan a consumir menos de la mitad. Varias son las razones, entre ellas, las frutas y verduras tienen alto precio, hay desconocimiento acerca de la calidad de sus nutrientes, existen prejuicios culturales y, además, no forman parte del patrón de consumo.

Lo explicó  la investigadora de la UCV, María Soledad Tapia, durante el foro sobre Frutas y Hortalizas, organizado por la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat y la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Acfiman) en el que participaron científicos, técnicos y productores del campo. El evento estuvo enmarcado en el Año Internacional de la Frutas y Hortalizas, programa de Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Ciencia y técnica juntas en la mesa

El ingeniero  Eduardo Buroz, presidente de la Academia de Ingeniería, instaló el foro enumerando la larga lista de componentes del sistema agroalimentario nacional: “Selección de tierras, elección de los cultivos, formación y capacitación de hortelanos, prestación de servicios técnicos y financieros, dotación de insumos, rentabilidad de la producción, atención a las necesidades sociales de los productores, labores de postcosecha, transporte a centros de consumo, presentación a los consumidores, procesamiento agroindustrial, logística y expendio en los mercados, preparación de comidas, recolección de desperdicios y aprovechamiento de rechazos y residuos”.

A ello agregó las tareas científicas que soportan las actividades técnicas. Alimentación balanceada, consumo adecuado, palatabilidad, sabor y otros atractivos organolépticos, recetas y presentación de los alimentos, garantía sanitaria de los productos, consumos estacionales, higiene en la preparación de los comestibles, protección genética de daños por plagas y enfermedades, comprensión de la fisiología vegetal, satisfacción de nutrientes y agua a las plantas.

“Ambas enumeraciones constituyen una pequeña muestra de la cantidad de materias e interacciones entre el universo científico y técnico que deben darse para que en la mesa de la población se disponga de frutas y verduras de buena calidad y alto valor nutritivo”, concluyó Buroz.

Por su parte Alexis Bonte, representante de la FAO en Venezuela, al saludar la realización del foro, expresó que es necesario transformar el sistema agroalimentario mundial, hacerlo más sostenible para el planeta y mas incluyente y nutritivo para el ser humano. “Crear conciencia sobre que la FyH son mejores para nuestro cuerpo. Diez por ciento de la población de mundo tiene sobrepeso y un porcentaje similar sufre de hambre. Unos por exceso y otros por pobreza”.

 El patrón de consumo

Las frutas y hortalizas (FyH) son parte esencial de una dieta saludable, diversificada y de alta calidad nutricional que contribuye a un estilo de vida sano al ser factores de protección contra enfermedades no transmisibles,  corroborado esto por una sólida evidencia epidemiológica. Las FyH ayudan además a prevenir todas las formas de malnutrición (desnutrición, deficiencia de micronutrientes, sobrepeso y obesidad), reiteró la académica María Soledad Tapia.

Agregó que  en el país existen pocos estudios que evalúen las FyH en la dieta de la población venezolana. Según la última Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos (ENCA), publicada por el Instituto Nacional de Estadística en 2015, la ingesta de frutas fue de 85.5 g/persona/día, mientras que la de hortalizas fue de 82.1 g/persona/día.

Ante la escasa y desactualizada existencia de datos oficiales acerca del consumo de FyH en Venezuela, Tapia aportó los resultados obtenidos por los investigadores. Por ejemplo, el del estudio de Patrones de Consumo de FyH en la población urbana de Venezuela publicado en 2020 en la revista Española de Nutrición Humana y Dietética, con datos del Estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ELANS) correspondientes a Venezuela, que indica que la mayoría de la población no consume diariamente cantidades adecuadas de FyH y que en promedio se alcanzan unos 231,8g. Los venezolanos, dice el artículo, prefieren frutos amarillo-naranja antes que las hortalizas de tallos y hojas verdes.

Lecturas recomendadas