Nuevo miembro de la Academia
Gerardine Botte ingresa a la Academia como Miembro Correspondiente Extranjero
Es una venezolana que ha tenido gran impacto en la electroquímica mundial al buscar maneras sostenibles de realizar procesos que son importantes para la humanidad. Gerardine Botte, egresada de la Universidad de Carabobo, es hoy profesora titular en el Texas Tech University, EE. UU. En su haber tiene 61 patentes concedidas.
La Academia de Ciencas Físicas, Matemáticas y Naturales, (ACFIMAN) aprobó el ingreso de la doctora Gerardine Botte, como Miembro Correspondiente Extranjero. Botte obtuvo el título de Ingeniero Químico en la Universidad de Carabobo y, tras laborar algunos años en la industria petroquímica en El Tablazo, completó estudios doctorales en la Universidad de South Carolina, EE. UU. “Me siento emocionada, orgullosa y honrada de ser un Miembro Corespondiente Extranjero de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales”, dijo la científica y agregó que, bajo este rol, espera apoyar a Venezuela en el avance de la ciencia, tecnología y en su impulso para la solución de los grandes problemas sociales y de la humanidad. Por ejemplo, en el marco de la tecnología para el desarrollo sustentable, que abarcan áreas relacionadas con agua, energía (descarbonización), producción de comida, salud, calidad del aire y educación.
Desde finales de los años 90, Gerardine Botte ha tenido una carrera científica ascendente. El académico Benjamín Scharifker, doctor en Electroquímica, califica esa carrera de brillante. La venezolana ha ocupado posiciones académicas en distintas instituciones y en la actualidad es profesora titular en el Texas Tech University, Lubbock, Texas, directora del National Science Foundation Engineering Research Center for Advancing Sustainable and Distributed Fertilizer Production y editora del Journal of Applied Electrochemistry. Próximamente asumirá la presidencia de la Electrochemical Society, organización fundada hace más de 120 años que mantiene o ha tenido entre sus miembros a notables inventores e innovadores, así como a más de una docena de recipiendarios de Premios Nobel de Física y Química.
El curriculum vitae de Gerardine Botte indica que es autora de poco más de 200 publicaciones científicas, entre ellas 91 publicaciones en revistas revisadas por pares, 5 capítulos de libros, 61 patentes concedidas (21 en los Estados Unidos, 4 en Canadá, 4 en Japón, 5 en China, 1 en Corea y 26 en otros países) y otras 34 patentes pendientes. “Hoy me encuentro liderando projectos a nivel mundial relacionados con economías sustentables y circulares que abarcan diversos ámbitos como agua, energía, producción de comida, salud, calidad del aire, y educación. Por eso estoy emocionada de tener la oportunidad de apoyar a la academia con su misión y visión”.
Pintando la industria de verde
Scharifker conoció el trabajo científico de Botte hace unos 15 años a través de un artículo cuyo planteamiento le pareció ingenioso. Lo explica: “La orina tiene un componente que es la úrea, que puede ser oxidada por un proceso eléctroquimico. En su artículo, Botte proponía que la úrea contenida en la orina, al ser ser oxidada, podría ayudar a lograr la obtención de hidrógeno de manera verde, completamente sostenible. Es decir, al mismo tiempo que se elimina un contaminante (el agua de desecho que está contaminada con orina), se elimina ese contaminante y se produce hidrógeno. Un ejemplo de su aplicación podría ser, en un sanitario de un lugar remoto, donde no hay electricidad, esta se podría obtener a partir de la orina que se desecha, y de paso se contribuye a descontaminar el agua. Creo que ha sido una de sus contribuaciones mas importantes”.
El académico venezolano, que ha desarrollado su trabajo científico precisamente en electroquímica, piensa que el impacto del trabajo de Gerardine Botte es que busca maneras sostenibles de realizar procesos que son importantes para la humanidad. “Procesos de manufactura que hoy en día se hacen de una manera que producen desechos contaminantes, ella los reorienta para que puedan hacerse sin la producción de esos desechos, utilizando para ello, como reactivo fundamental, electrones”. Dice Scharifker que Gerardine Botte se inserta muy bien en esa área que trata de colocar a la electroquímica como un elemento para la producción de energía limpia. “Ella ha avanzado considerablemente en esa área. En este momento, por ejemplo, está trabajando en la producción de fertilizantes por métodos completamente limpios. La poducción de fertilizantes tiene unos 125 años y gracias a eso se puede producir la cantidad de alimentos para la población constantemente creciente, ahora hay la posibilidad de tener esos fertilizantes, pero a través de procesos industriales limpios.
“Pienso que Botte, siendo Ingeniero Químico, ha hecho contribuciones importantes a la electroquímica, al vincular la electroquímica fundamental con los procesos industriales. Una forma sostenible para que los procesos no contaminen el ambiente”.
Consolidando vínculos
Al anunciar el ingreso de la doctora Botte como Miembro Correspondiente Extranjero, la Academia de Ciencias expresó que este servirá como reconocimiento a su meritoria labor, así como para estrechar aún más sus ya muy bien establecidos lazos con Venezuela. “Este ingreso contribuirá, además, a consolidar los vínculos entre los miembros de la comunidad científica del país con los de los Estados Unidos de Norteamérica”. A la pregunta de cómo ve el futuro de la ciencia venezolana, la investigadora expresa que “de acuerdo a mi experiencia, los venezolanos tenemos un gran ingenio y con trabajo y pasión podemos contribuir a muchos cambios en el mundo, a través del desarrollo científico. Ciertamente, me encantaría ver mucho más de esto en Venezuela, pero para ello es importante invertir en el desarrollo de la ciencia tecnología y educación”.