EVENTO
Elecciones UCV: 10 ideas para (re)construir la universidad que Venezuela necesita y merece
La Academia organizó un diálogo con los candidatos a rector de la Universidad Central de Venezuela en virtud de los comicios del próximo 26 de mayo
La “casa que vence la sombra” y el alma mater de muchos de los Individuos de Número y Miembros Correspondientes de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de Venezuela (ACFIMAN) escogerá nuevas autoridades el viernes 26 de mayo para el período 2023-2027, algo que no ocurría desde hace 15 años. Las últimas elecciones en la Universidad Central de Venezuela (UCV) se celebraron en 2008, cuando se votaron los cargos de Rector, Vicerrector Académico, Vicerrector Administrativo, Secretario y Decanos.
No se hicieron las elecciones en la UCV en 2012 -cuando correspondía tras finalizar el cuatrienio- porque el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) suspendió los procesos electorales en todas las universidades autónomas del país. Según el TSJ, sus reglamentos incumplían el llamado a votación en “igualdad de condiciones” para los diferentes sectores (estudiantes, profesores, egresados, obreros y trabajadores).
Los comicios de este 26 de mayo se llevarán a cabo con un reglamento transitorio que el Consejo Universitario aprobó y que expirará 15 días continuos después de la proclamación de los ganadores. De acuerdo con ese reglamento transitorio, a los estudiantes regulares de pregrado les corresponde una participación del 25 %; a los egresados, un 5 %; el personal administrativo tendrá un 10 %, mientras que el peso del voto del personal obrero será de un 10 %. Además, establece que los resultados serán válidos independientemente del número de votantes.
Si algo destaca de este acontecimiento ucevista es el largo tiempo transcurrido sin renovación eleccionaria, además del momento histórico venezolano que se vive. Siempre alerta a lo que sucede en las casas de estudios superiores, la ACFIMAN, junto con las demás Academias nacionales, convocó a los candidatos a rector de la UCV a una conversación abierta para escuchar de ellos sus visiones y propuestas, a la vez que los académicos les daban a conocer sus opiniones y preocupaciones antes de las elecciones en la UCV.
De ese intercambio surgieron 10 ideas útiles para (re)construir la universidad que todos los venezolanos necesitan y merecen.
1. Academias y universidades
El doctor Ismardo Bonalde, presidente de la ACFIMAN, plantea que este tipo de encuentros son indispensables y constituyen una oportunidad para que las Academias sigan participando en la vida nacional. “Es algo que veníamos buscando desde hace tiempo”.
Por su parte, el doctor Víctor Rago***, antropólogo y lingüista y uno de los candidatos a rector de la UCV, asegura que “las Academias nacionales y las universidades deben tener relaciones estrechas” y que estas tienen que ser “de enriquecimiento mutuo y orgánicas, no accidentales”.
2. Política vs. autonomía universitaria
Con respecto a la autonomía y la política, Bonalde subraya que “el diálogo con el gobierno nacional es esencial. Una de las cosas que se deben plantear es el funcionamiento pleno de la universidad y las restricciones a su autonomía. La autonomía debe ser plena, no sólo para la UCV sino para todas las universidades”.
Rago también se muestra a favor de la autonomía universitaria, un antiguo principio de origen europeo ligado a la autogobernanza y actualmente globalizado, aunque reconoce no estar “enteramente seguro de que en el gobierno nacional esa convicción exista. Una de las tareas inmediatas y con el máximo sentido de urgencia de las nuevas autoridades será convocar al diálogo. Ese diálogo impostergable debe producirse sin necesidad de doblegarse, sin complejos”.
En su criterio, el verdadero valor de la autonomía “es que la universidad pueda tomar todas las decisiones importantes sin tener que subordinarse a un poder externo”.
Para Rago, la naturaleza de la función directiva no cambia al momento de comenzar esa negociación, incluso si se acepta la existencia de “una dimensión política en la vida académica universitaria y en el desempeño de la conducción institucional”.
Sobre este punto, la doctora María Elena González, presidenta de la Academia Nacional de la Historia, recuerda que la UCV “ha sido concebida interna y externamente como una institución política primero y académica después. Esto no es un tema de ahora”. La diferencia radica en que, a diferencia del pasado, “el enfrentamiento es de doble dirección y la universidad ha reaccionado frontalmente cuando ha debido entender, como tampoco lo entendieron los partidos políticos, a qué se enfrentaban. Estamos en presencia de otro tipo de ejercicio político”.
Lo crucial, según Rago, es que el gobierno nacional entienda que darles la espalda a las universidades significa estar “perjudicando al país en una proporción descomunal. Estamos dejando de producir profesionales y conocimientos. El objetivo del debate es el consenso. Hay que tratar de construir acuerdos para que la institución pueda funcionar y marchar hacia adelante”.
3. Voluntad cognoscente
Otro de los aspectos que plantea el exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (Faces) de la UCV es la necesidad de autoanálisis por parte del alma mater. “Debe emprender una reflexión detenida y seria, nada complaciente, sin indulgencias, acerca del significado histórico de la institución, lo que llaman voluntad cognoscente; es decir, la convicción de que se trata de comunidades humanas voluntariamente constituidas para crear intelectualmente”.
La condición de cognoscente (que conoce o que puede conocer) es inherente al ser humano, al igual que la de volente o poder de decidir, la voluntad. En palabras de Arthur Schopenhauer: “Si miramos dentro de nosotros mismos, nos vemos siempre queriendo”.
“Esa voluntad esencial de ser una comunidad que experimenta amor por el conocimiento y por la comunicación del conocimiento es lo que constituye la fibra esencial de la institución y es lo que parece haberse debilitado”, dice el antropólogo.
El candidato a rector de la UCV piensa que la actual coyuntura debe servir para que todos se convenzan “de que hay que hacer un esfuerzo, aunque fuese el último, para revitalizar a las universidades y animar a un debate que ha estado ausente, antes de que alcancen un estado de debilitamiento que les resulte muy difícil recuperarse, y desaparezcan”.
Superado ese paso inicial, la universidad debe ser capaz de adaptarse a las demandas del mundo extrauniversitario sin prisa, pero también sin pausa. “Para que sea una verdadera universidad tiene que intervenir activamente en la configuración del mundo”.
4. Liderazgo y cambios
A pesar de que la próxima rectoría sólo durará cuatro años, Rago cree que en ese lapso deben sentarse las bases para que haya una profunda transformación. “Tiene que cambiar el liderazgo institucional. El liderazgo institucional es intelectual fundamentalmente. No puede ser de naturaleza política, sino académica. La universidad tiene que conducirse políticamente como institución académica”.
Pero no se trata de un cambio cualquiera. “Lo que queremos cambiar es la maquinaria que está concebida para que la creación intelectual se pueda producir y esté al ejercicio de las facultades creativas”.
De acuerdo con Rago, la actual estructura organizativa de la UCV es “intrínsicamente ineficiente para algunas cosas”. Los “compartimientos estancos”, además de “incomunicar”, favorecen la “territorialización” de los espacios y “esos territorios están asociados a cuotas de poder, que se defienden celosamente”. Tanto las facultades como las escuelas y departamentos “tienden a ser universos cerrados, de autoconfinamiento. Hay que construir otra forma de gestión”.
5. ¿Docente que investiga o investigador que hace docencia?
Uno de los temas sensibles en los que insisten tanto Rago como los académicos es, sin dudas, la distinción administrativa entre docentes e investigadores. Para el candidato a rector de la UCV, “es un artificio que no tiene ningún sentido. Al docente se le impone la obligación de investigar para progresar en el escalafón, pero no se le dan las condiciones para hacerlo”.
Pese a no estar a favor de tal separación, admite que, ciertamente, “hay un sesgo docentista. La docencia se considera una función independiente que no guarda relación con nada. Ese sesgo docentista alimenta la idea de que en la universidad se puede hacer carrera docente independientemente del resto de las cosas y eso no debe ser así. La docencia tiene que verse en su estrecha relación con la investigación. El profesor enseña conocimientos que alguien produjo en algún lugar. La universidad no puede resignarse a enseñar el conocimiento ajeno exclusivamente, sino algo de lo que ella produce”.
Por su parte, la doctora Mireya Rincón de Goldwasser, Individuo de Número de la ACFIMAN, manifiesta su orgullo por “haber hecho investigación todo el tiempo que he estado en la Escuela de Química de la UCV como docente. Para dar una buena docencia, es importante hacer investigación, porque lo que estás enseñando es lo que estás haciendo”.
Bonalde igualmente apoya la idea de aumentar la investigación y el desarrollo. “La universidad actual está basada en la formación. Para que una universidad sea el motor del desarrollo o parte de ese motor, el sistema debe moverse hacia la generación de conocimientos en todas sus áreas. Tiene que acercarse al sector productor de bienes y servicios”.
6. Ingresos propios
Si bien la universidad “es un proyecto intelectual”, Rago le atribuye una connotación social. “No puede pensarse a sí misma como una máquina de producción de riquezas, así sea con el noble fin de invertirla en ella misma”.
El panorama es complicado, ya que, como lo destaca Rago, las universidades “han estado sobreviviendo durante muchos años sin dinero”. Una manera de subsanar esta escasez de recursos sería accediendo a fuentes de financiamiento en el exterior mediante la cooperación internacional. No habría problemas en el caso de las alianzas con empresas privadas extranjeras o transnacionales, “pero la Unesco, por ejemplo, se entiende con los Estados, no con las universidades”. Otra razón más para dialogar con el Poder Ejecutivo.
Bonalde considera que el presupuesto debe ser un eje central de las autoridades que resulten victoriosas en las próximas elecciones en la UCV. A su juicio, debe enfatizarse en la generación de ingresos propios para que los fondos provengan de sus capacidades. “Y para eso tiene que buscar esa relación con el aparato productivo”, señala el presidente de la ACFIMAN.
Rago coincide en que la UCV debe crear una política de ingresos propios, algo que “no es sencillo”. Sea cual sea el camino que se escoja para mejorar las finanzas, “la iniciativa individual no hay que sofocarla en lo más mínimo. Donde florezca, hay que impulsarla, acogerla y orientarla para ver cómo la universidad la aprovecha”, en opinión del antropólogo.
7. Nuevo contrato social
Para el exdecano de Faces-UCV, las universidades deben causar impacto extramuros, algo que define como nuevo contrato social. “La sociedad tiene que hacer de la universidad su institución por antonomasia, sentir que le pertenece, y la universidad tiene que hacer consciente que la fuente de su legitimidad es la sociedad. La universidad pertenece a la sociedad y no al gobierno”, aclara Rago.
Sobre este punto, Bonalde apoya la noción de que las universidades autónomas forman parte de la sociedad y a ella se deben. Sin embargo, “no pueden decidir por sí mismas lo que son. Es sumamente peligroso. El resto de la sociedad tiene voz. No podemos tener un Estado dentro de otro Estado. Cuatro años no van a ser suficientes, pero hay que empezar. Tampoco tenemos el mejor gobierno para dialogar”.
8. Comisión Presidencial
En plena pandemia, a mediados de 2020, se derrumbaron dos tramos del techo en el pasillo cubierto número cinco de la Ciudad Universitaria de Caracas, lo que propició la creación de la Comisión Presidencial para la Recuperación de la UCV en julio de 2021. Dicha comisión es dirigida por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y está conformada por diferentes ministerios.
Como es sabido, el 2 de diciembre de 2001 la Ciudad Universitaria fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio de la Humanidad.
“Es una obra maestra de planificación urbanística, de arquitectura y de arte, así como un ejemplo destacado de realización coherente de los ideales artísticos, arquitectónicos y urbanísticos de principios del siglo 20”, reza parte del mensaje de Koïchiro Matsuura, quien fuese director general de la Unesco en ese momento.
Pero la incorporación a la lista correspondiente de ese Organismo de la ONU es revocable.
La doctora Lilia Cruz Rodríguez, Individuo de Número y tesorera de la Academia Nacional de Medicina, pidió información acerca de las reparaciones que la Comisión Presidencial todavía está realizando dentro del campus.
La respuesta del candidato a rector en estas elecciones de la UCV fue bastante clara. “Llevan casi dos años y nadie sabe cuándo van a terminar. Algunas obras se han recuperado y otras se han demolido. El gobierno nacional, al privar a la universidad de recursos, ha sido el responsable directo del deterioro de la planta física. Hay maniobra propagandística implicada. Con alguna suspicacia uno pudiera pensar que el gobierno nacional se quiere quedar, con todo lo que eso implica”.
9. ¿Qué hacer con la diáspora de talentos?
Algunas estimaciones hablan de que la mitad de los profesores universitarios del país ha abandonado las aulas de clase, ya sea porque emigraron o porque se vieron obligados a dedicarse a otra cosa que sí les brindara remuneraciones justas y dignas.
La doctora Gioconda Cunto de San Blas, Individuo de Número de la ACFIMAN, menciona que unos 2 millones de venezolanos en el extranjero tienen título universitario. “Aún suponiendo que fuesen 200 000, el 10 %, hay una cantidad de gente fuera del país que estaría dispuesta a incorporarse de manera virtual o a través de intercambios si los invitasen”; en este caso, las nuevas autoridades ucevistas.
Para la galardonada con el Premio Alma Mater 2023 al Egresado UCV, “sería una fuente muy interesante, no sólo para recuperar la docencia e investigación, sino para ponerlos en sintonía con el mundo. En medio de toda esta debacle, nuestras universidades están en el foso. Cualquiera de las universidades venezolanas está por debajo de la posición 500 en las mediciones internacionales”, precisa San Blas.
10. Ciencia, tecnología y paridad
A Rago se le preguntó cuál es la mayor fortaleza y debilidad de la UCV en materia de ciencia, tecnología e innovación. “La fortaleza es la capacidad intelectual instalada. La universidad, a diferencia de otras instituciones, la podríamos caracterizar como una en la cual hay la máxima densidad de talento y de capacidad científica y técnica por metro cuadrado”.
La principal debilidad de la UCV en este campo del saber es su estructura organizativa, “que no favorece la modernización y no es compatible con el desarrollo de nuevas iniciativas para que pueda insertarse activamente en el mundo contemporáneo”.
En las elecciones del 26 de mayo en la UCV se votarán los cargos de Rector, Vicerrector Académico, Vicerrector Administrativo y Secretario (2023-2027); Decanos y Candidatos al Consejo de Apelaciones (2023-2026), Representantes Profesorales ante el Consejo Universitario (2023-2026) y Representantes Profesorales ante los Consejos de Facultad y Consejos de Escuelas (2023-2025).
Rago está sorprendido por la cantidad de candidatos a rector. En total, se postularon siete profesores. Además de él, lanzaron su oferta electoral el biólogo Miguel Alfonzo, el sociólogo Amalio Belmonte (actual secretario), el químico Paulino Betancourt, el médico patólogo Enrique López Loyo, el sociólogo Rómulo Orta y el físico Humberto Rojas.
Al antropólogo también le extraña que todos los candidatos sean hombres. “En nuestra fórmula hay dos hombres y dos mujeres”, resalta. La odontóloga Cecilia García Arocha es la rectora de la UCV desde 2008.
***Víctor Rago fue el único candidato que pudo asistir a la actividad en el Palacio de las Academias.
Foto de portada: Carreño, Omar (1927 – 2013). «Sin Título» (1957). Edificio de la Facultad de Odontología (Cortesía: http://www.ucv.ve)